EL POBLADO DE PESCADORES JAPONESES
Para la elaboración de este conjunto de
piezas de escenografía me he inspirado en varias secuencias de la película
“Zatoichi y el hombre condenado”, sobre todo para la zona de la explanada en la
que se reparan las redes de pesca y el almacén. Para el embarcadero me he
fijado en una de las escenas de la película “La espada oculta”.
La idea es crear un entorno para las partidas
de Ronin que se salga del típico barrio de casas cuadradas de techo de madera.
El ambiente pesquero rural y la presencia de un pequeño muelle nos cuadrarán
perfectamente para ambientar mejor la presencia en la mesa de juego de nuestros
flamantes barcos.
El poblado estará compuesto por:
-Un almacén
-Una serie de piezas de atrezzo (como vallas,
toneles, cestos, etc)
-Una pequeña casa de baños (con el interior
accesible)
-Cinco cabañas de diversos tamaños y acabados
en techos y paredes (dos de ellas con el interior accesible)
-Un pequeño cobertizo abierto
-Un embarcadero
-Una especie de explanada principal con suelo
de piedra, rodeada de estructuras de soporte para reparar las redes de pesca
-Un Torii rural de madera
Los materiales y las técnicas serán los mismos
que los utilizados en la construcción de los barcos, aunque añadiremos algunos
productos comerciales para mejorar el aspecto final del poblado.
Así que pasemos directamente a los distintos
elementos que componen esta pieza de escenografía:
EL ALMACÉN
Utilizamos una plancha de contrachapado,
sobre la que dibujamos el plano del edificio. Pegamos 6 pilares de madera
hechos con palillos chinos. La figura y el tonel nos dan una idea del tamaño.
Cuando estén bien secos los pilares, y cual
si fuésemos granjeros Amish, levantamos una estructura de vigas usando palos de
cerilla de barbacoa. Intentamos que esté todo lo mejor alineado posible, y
colocamos listones de refuerzo en las esquinas.
El techo del almacén será a dos aguas, así
que con más palos de cerilla levantamos estructuras triangulares y colocamos
travesaños y vigas siguiendo el patrón típico de este tipo de techos.
En la secuencia original de la película de
Zatoichi, este edificio se usa como cobertizo para mantener una barca de pesca
a salvo de la lluvia (en mi caso es una barca de resina de Barrage Miniatures).
Para el techo usaremos dos planchas de cartón
grueso, pegadas con cola blanca. Dejamos un pequeño canal de separación en la
cúspide de las dos aguas para poder pegar luego unas vigas cuadradas de
refuerzo.
Recubrimos todo el suelo con pintura
texturizada, simulando una superficie de arena.
Sobre el cartón, usando el punzón, creamos
una serie de surcos que simulen las tablillas de madera con las que estaban
hechos este tipo de techos. Luego pegamos listoncitos de madera de cerilla,
siguiendo un patrón de tres carriles por lado del techo, y pegamos encima
pequeñas piedras de sepiolita. La idea es que el efecto no sea perfectamente
rectilíneo, ni las piedras sigan un esquema o patrón repetido.
¡Y ya tenemos listo nuestro almacén!
LA CASA DE BAÑOS
Una de las escenas de la película de Kurosawa
“Los 7 Samuráis” nos muestra a la hija del granjero Manzo, lavándose el pelo en
una pequeña casa de baño. He tratado de replicarla para el juego, dejando el
interior accesible a las miniaturas, aunque le he puesto un techo de madera en
vez de paja porque no tenía ninguno de resina a mano de ese tamaño.
La estructura (como la de la mayoría de las
casas japonesas) es tremendamente abierta, dejando pasar el aire y la luz por
todas partes. La replicamos con palitos de cerillas, cortados a medida. La
puesta es corredera, pero la dejaremos fija en posición abierta. Con cartón
simulamos la parte cerrada inferior de las paredes.
La otra mitad de la casa tendrá paredes
lisas, reforzadas con vigas, para dar algo de intimidad a las dos
cubas/bañeras.
En el suelo de delante del ventanal ponemos
una especie de entramado de maderas para que escurra el agua del lavadero, y hacemos
lo mismo en la zona de las cubas.
Añadimos también una estantería para darle
algo de vida a las paredes, pero sin sobrecargar porque las casas japonesas son
muy sencillas en su decoración interior y porque además queremos dejar espacio
para que las figuras se muevan (y luchen) sin problemas.
Para acompañar el mobiliario fabricamos un
pequeño cubo con trocitos sobrantes de madera.
Un cazo (el típico con el que los japoneses
se lavan antes de meterse en el agua) y un lavadero (hecho con madera y masilla
epoxi) completan el conjunto.
Para el techo haremos la estructura que
sostendrá las dos aguas con cerillas gordas de barbacoa.
La estructura es sencilla pero resistente,
teniendo en cuenta que la vamos a tener que poder quitar y poner a menudo.
La recubrimos con láminas de cartón grueso,
texturizado con el punzón para simular maderitas. Colocamos carriles de madera
y piedras igual que hicimos con el almacén. Usamos la misma técnica para una de
las cabañas pequeñas (que es un máster de resina descartado de Barrage
Miniatures).
CASAS
Para el resto de casas del pueblo usaremos
más o menos las mismas técnicas, pero vamos a intentar que no parezcan fruto de
una inmobiliaria de Edo, así que le daremos un toque particular a cada una
(aunque sea sólo en la disposición de los maderos de refuerzo, la posición de
puerta y ventanas, o detalles como los barrotes).
La primera de ellas no será accesible al
interior, así que hacemos directamente la estructura de las paredes con cartón
pluma y pegamos encima maderitas para representar la estructura típica japonesa
de refuerzo. Bajo el zócalo, pegamos planchas de cartón fino texturizado con el
punzón. Todas las piezas de escenografía van montadas sobre placas de
contrachapado fino, para compensar el grosor de las peanas de 25mm de las
figuras (si tuviésemos un “Warmat” en condiciones y usásemos bases más pequeñas
hechas con monedas de 2 céntimos, entonces las casas no necesitarían esta base
extra y quedarían mejor sobre el tablero).
Colocamos un trozo de folio empapado en cola
blanca a modo de cortina en la puerta, para que no se vea el interior (hacemos
lo mismo en la ventana). Para acabar, ponemos un techo de paja de cuatro aguas
de resina, (también de la marca Barrage Miniatures).
En el proyecto inicial de todo esto
fabricamos un muro, que queda bastante aparente junto a las minis y la casa.
Esta otra casa tendrá todo el interior
accesible, así que en vez de cartón pluma (demasiado ancho) usamos cartón
normal texturizado por ambos lados. Los palillos redondos nos ayudarán a
reproducir los barrotes típicos de muchas construcciones niponas.
Otro techo de resina (al que luego añadiremos
una cumbrera de masilla más alta para distinguirlo mejor del otro) completan la
segunda casa.
EL EMBARCADERO
La mejor manera de enlazar la temática del
pueblo pesquero con nuestros barcos es añadir un pequeño embarcadero. Como
decía al principio, me he basado en lo visto en algunas ilustraciones y en una
de las primeras escenas de la película “La espada oculta”.
Recortamos una silueta curva en contrachapado
fino, y dibujamos los elementos principales del muelle.
Tengo la suerte de vivir junto al Parque del
Buen Retiro de Madrid, así que no tengo problemas en conseguir todo tipo de
ramitas, que dependiendo del grosor pasan perfectamente por troncos en escala
28mm. Seleccionamos unas cuantas y las cortamos a medida, dejando algunas ‘desmochadas’
para darle un poco más de vida al conjunto (en escenografía de este tipo y
época, siempre creo que queda mejor si se ven de vez en cuando imperfecciones y
zonas asimétricas).
Con cerillas de barbacoa preparamos un
entramado de vigas, que nos servirán luego para soportar el suelo.
Con palitos de helado anchos cortados a
medida preparamos la tablazón que formará la parte vista del embarcadero.
Pegamos los pilares siguiendo el esquema
anterior. Deben quedar lo más derechos posibles, pero tampoco pasa nada si
alguno se tuerce un poco o no está a la distancia exacta del otro. Dejamos
secar bien.
Dos de los pilares deben estar sumergidos en
el agua, de modo que los montamos sobre dos círculos de acetato transparente
para que entre eso y la cola blanca simule el efecto del palo entrando en el
agua.
El truco para que el muelle quede realista es
que el suelo de tablas esté nivelado, así que tenemos que buscar una manera de
asegurarnos de que eso va a ser así. Para ello nos ayudamos de un tonel de
plástico (de modelismo ferroviario a escala HO de una marca alemana que no
recuerdo), como soporte para pegar la primera de las vigas horizontales. Cuando
esté bien seco (y ya no se mueva), colocamos dos escuadras de refuerzo para
asegurar el conjunto. Hacemos lo mismo en cada punto de apoyo de las vigas.
Para romper la simetría vamos a añadir una
plataforma más alta que la otra, así que usamos la mitad del tonel como soporte
para las vigas de esa zona. En la parte sumergida hay que tener en cuenta la
altura que nos ‘falta’ por el contrachapado antes de colocar la viga, para que
quede todo a la misma altura.
Ahora es el momento de colocar vigas largas
que se apoyen perpendicularmente sobre las vigas que hemos colocado antes.
Éstas serán las que formarán el “suelo” sobre el que pegaremos la tablazón del
suelo. Estas vigas largas van a soportar toda la estructura (y las minis de
plomo que subiremos encima) así que hay que añadir todos los refuerzos que
consideremos oportunos, en ángulo si es el caso. Como podréis ver en la foto,
no se trata de un trabajo de ingeniería. Consiste sólo en que cada viga esté
apoyada firmemente sobre otra hasta transmitir el peso a los pilares y el
propio suelo de contrachapado. Una rama gorda colocada en ángulo nos ayudará a
que la parte sumergida (que no tiene punto de apoyo en el suelo) quede más
firmemente asegurada.
Ya os digo que no hay planos para esto,
simplemente nuestro buen juicio y gusto estético.
Aplicamos una generosa capa de pintura
comercial texturizada (o sea, mezclada con arena fina) a toda la base, tratando
de darle el aspecto de arena costera. Yo la extiendo con una espátula de
madera, y luego la reparto al gusto con un pincel bien empapado.
Antes de empezar a pegar nada, hacemos una
prueba colocando las planchas de madera en su sitio, para comprobar los ajustes
y recortar las formas que permitirán que los pilares asomen un poco.
Una vez hecho, vamos pegando poco a poco los
tablones, teniendo cuidado de no torcernos y mantener los lados que sobresalen
medianamente paralelos. No tiene que quedar perfecto, pero tampoco es plan de
hacer una chapuza.
Una vez acabada la plataforma principal,
hacemos lo mismo con la plataforma secundaria (la de la derecha, que está más
baja) y con la rampa de mercancías.
Un detalle curioso que he visto en las
películas de época es que los japoneses ponían por todas partes cartelitos de tablas de madera,
techados, con todo tipo de mensajes, del tipo “fulanito reta a cualquiera de
este pueblo a un duelo”, o “bienvenido a la aldea tal de la prefectura cual”, o
“las tarifas para el barco semanal a Hokkaido son las siguientes”, así que
nuestro embarcadero tendrá también uno de estos carteles (ya veremos luego qué
escribimos en el tablón).
Para hacerlo usaremos lo de siempre,
maderitas y cartón texturizado con el punzón.
Tenemos que añadir también una escalera para
acceder más cómodamente a la plataforma (que la rampa nos ha quedado bastante
empinada). Con restos de otras piezas cortamos los laterales los soportes de
los peldaños y los escalones.
¡Y este es el aspecto del embarcadero una vez
terminado!
EL COBERTIZO
Fenrir-Oton (mi compañero de proyecto en el
Club Dragón) y yo hemos llegado a la conclusión de que las piezas de
escenografía son más jugables cuanto más abiertas quedan, de modo que vamos a
incluir un pequeño cobertizo sin paredes.
Como siempre empezamos con una plancha de
contrachapado (en mi caso es material reciclado de un proyecto para hacer bases
de bosques para un tablero en 3D de BattleTech, ¡proyecto inacabado desde 1995!)
Nos inventamos una disposición vistosa de
vigas ‘talladas’ y troncos más bastos, con tocones y zonas de acceso. Pegamos
con cola blanca y esperamos a que seque bien.
Añadimos otro de los techos de resina
disponibles, pero sólo un lado, para dar el aspecto de cobertizo rústico.
Cerramos un poco la estructura, asegurándonos
de que el conjunto es lo más resistente posible (a pesar de no tener paredes).
Por debajo del techo de resina hemos pegado vigas hechas con cerillas, pues esa
zona se ve mucho y quedaría mal si la dejamos plana (además así tenemos mejores
puntos de apoyo para las columnas).
LA EXPLANADA DE LAS REDES
La escena de combate final de la película “Zatoichi
y el hombre condenado” transcurre en una aldea de pescadores como la nuestra.
En una de las secuencias los tropecientos yakuzas que quieren acabar con
nuestro héroe tratan de llevarle hasta una trampa, en una explanada empedrada en
la que se reparan las redes de los pescadores y en la que le esperan 5
despiadados ronin...
He pensado que una pieza de escenografía así
no sería muy difícil de replicar y le daría el toque final a nuestra aldea.
Usamos una placa cuadrada de contrachapado, a
la que uniremos dos “alas” con los bordes ondulados. Lo hacemos en tres piezas
para facilitar el transporte (y porque así podremos usar la explanada empedrada
para otras cosas, sin las redes). Pegamos directamente losas de cartón de
grosores diferentes (para simular que algunas están más hundidas que otras)
siguiendo un patrón caótico (caótico/malvado, por supuesto). En las zonas
laterales levantamos dos estructuras con forma de portería de campo de rugby,
procurando utilizar palos y vigas de diverso tipo, con vigas de refuerzo.
Aplicamos una buena capa de pintura
texturizada, con lo que conseguiremos integrar las losas de cartón con la arena
del suelo.
Al aplicar la pintura tan húmeda, lo más
normal es que el cartón acabe por levantarse en algunos lados, así que lo
taparemos luego con más arena.
EL TORII RURAL
Un elemento característico de cualquier
conjunto de escenografía japonesa que se precie es un Torii, esa especie de
portal/pequeño arco del triunfo que aparece por todas partes, y que marca la entrada
a un recinto sagrado sintoísta (y en algunos casos también budista).
Aunque no tengo templo aún, el Torii quedará
bien en la entrada de nuestro pueblo.
No me gusta ni uno sólo de los Torii que
venden, así que lo mejor es que nos hagamos uno nosotros mismos.
Buscamos en Google imágenes para inspirarnos,
y para identificar las piezas mínimas que tiene que llevar.
Seleccionamos tres ramas con la forma y el
tamaño apropiados.
Ahora, (sirviéndonos de un Torii antiguo de
papel que hicimos como prueba antes de decidirnos por emprender este proyecto)
cortamos la forma definitiva, pineamos con clavos cada elemento, y añadimos dos
pequeñas peanas de contrachapado grueso y un tablón. Vamos a necesitar varias herramientas
para conseguir que todo cuadre en su sitio.
Lo más complicado de hacer es la viga
horizontal que pasa a través de los dos pilares. Como son ramas macizas,
tenemos dos opciones. O cortamos en tres piezas y las pegamos simulando que las
atraviesa, o hacemos que realmente las atraviese (como ocurre en los Torii de
verdad).
No hemos construido desde cero dos enormes
barcos como para echarnos atrás con algo así, de modo que marcamos con lápiz la
posición exacta en la que la viga tiene que entrar en cada pilar y hacemos tres
pequeños taladros con el mini-taladro de mano. Hay que procurar que la broca
entre derechita en su lugar, y que no se nos tuerza. Con ayuda de la cuchilla
unimos los tres taladros, y con ayuda de la lima de relojero (o de cola de ratón,
que también se llaman así) rebajamos el perfil hasta que tenga el tamaño y
forma adecuados. Repetimos en el otro pilar.
Ya sea por deseo del Dios Hachimán, por
casualidad, o por un derroche de habilidad (elegir cualquiera de las tres
opciones) la viga entra perfectamente por sus orificios de los pilares y queda
aceptablemente paralela con el suelo, con el dintel y con el mundo en general.
ATREZO
Para completar el pueblo, añadiremos algunos
toques de atrezo, como cestos hechos con masilla, vallas hechas con ramitas y
un par de barcas de resina.
Y ya no tengo más fotos del proceso, así que
os pongo el resultado final de todo el conjunto (aún sin pintar) para que veáis
los distintos materiales y acabados.
Tantas piezas de escenografía no caben en
casa, de modo que en cuanto estén pintaditas acabarán en mi taquilla del Club.
Eso sí, bien organizaditas y protegidas en estas dos cajas de almacenamiento de
los chinos (qué paradoja).
Espero que el aspecto general del pueblo os
haya gustado. La idea es completarlo con todo el material ‘genérico’ (árboles,
caminos, colinas, etc) que hay en el Club.
Un saludo, y ¡Felices Fiestas a todos!
Rinahe
Pedazo TRABAJO. Tendrias que pstearlo en el foro del club. Felicidades, me quito el sombrero.
ResponderEliminarMuchísimas gracias CDOSC! Tienes razón, en cuanto esté pintadito lo postearé en el foro del Club. A ver si coincidimos pronto! Un abrazo...
EliminarRealmente impresionante!!! En algunas fotos parece un pueblo real :-O Enhorabuena por el resultado. Deseando verlo terminado :-)
ResponderEliminarDomo arigato gozaimas, Chesca-san... ;)
ResponderEliminarEl conjunto es espectacular. Hay que destacar el currazo que te estás pegando por un juego que todavía ni hemos probado... Pero cada vez estamos más cerca de inaugurarlo por todo lo alto.
ResponderEliminarSencillamente impresionante, el blog, la entrada y el trabajo que te has marcado. Felicidades.
ResponderEliminarMuchas gracias, FieldFactory. A ver si soy capaz de pintar alguna de las piezas de escenografía antes de Reyes y subo las fotos aquí. ;)
EliminarComo otros han dicho ya, un trabajo realmente increíble!
ResponderEliminarFelicidades.
Muchas gracias, Axtklinge! Espero poder retomar pronto este proyecto, y poneros fotos de las piezas de escenografía ya pintadas... ;)
EliminarMuy bueno, un trabajo minucioso y, la verdad, inspirador. Tengo mucha curiosidad por verlo pintado, así que me dejaré caer de nuevo por este Blog...
ResponderEliminarUna pregunta: ¿De dónde han salido las dos bañeras de la casa de baños? Parecen de plástico, me imagino que son compradas y no "hechas".
Pues muchas gracias Luis, me alegro de que te guste.
EliminarEspero ir pintándolo poco a poco...
Las dos bañeras son efectivamente de plástico, barriles partidos por la mitad de una caja de complementos ferroviarios a escala HO. No recuerdo la marca, pero era alemana.
Es espectacular, justo estava buscando imagenes de un bune, estava haciendo batallas navales al shogun 2 i haciendo capturas de pantalla!! pero tu guia passo a passo esta muy xula!!
ResponderEliminarHe visto que los techos del poblado los haces con resina, igual que te encontre a ti, encontre este otro blog, un friki (como todos nosotros) compara las distinta miniaturas que hay de samurais de diferentes escalas i companyias. A parte tiene un par de articulos de como construir passo a passo a una casa, i paa hacer los tejados de paja el usa toallas viejas te passo el link por si os interesa.
http://www.muraminiatures.com/aking-a-28mm-scale-thatched-roof.html
Que rabia que esteis tan lejos!! me toy currando escenografia para jugar a Kensei i a Ronin.
Pues muchas gracias Qualssevol por los comentarios y por el enlace.
EliminarSi vas a construir tu propio Bune, ¡No me lo perderé!
Suerte con tus proyectos, y saludos desde Madrid...
esta genial! excelente escenografia!
ResponderEliminarMuchas gracias Martín. A ver si la puedo pintar pronto... Un saludo!
EliminarExelente trabajo y buenas tecnicas para tomar en cuenta a la hora de elaborar estos trabajos de escenografias en miniatura. Yo tengo un trabajo paracido pero es un jardin japones con sus tipicos puentes, una pagoda, un kinkakuji, un TOri, una banderita japonesa y lamparas, todo con palitos de paleta. Saludos!!!
ResponderEliminarMuchas gracias inser3d, me encantaría ver tu trabajo. Saludos!!!
EliminarUn trabajo excelente e inspirador!!!! Dan ganas de tomar lo que he hecho y botarlo por la ventana....
ResponderEliminarDisculpa, pero voy a copiar varias cosas :-)
Jajajajaja, ya será menos, Le Grognard. Muchas gracias y copia todo lo que creas oportuno. La idea de un blog como éste es compartir. Saludo!!!
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