FASE 1. DOCUMENTACIÓN
Soy modelista de maquetas a escala (sobre
todo tanques y aviones) desde muy pequeño, y sé por eso que antes de hacer
cualquier maqueta es mejor siempre documentarse al máximo. En nuestro caso hay
pocos datos sobre el aspecto real de un barco pirata japonés, y no existen
planos ni registro arqueológico. Pero en la red podemos encontrar un buen
puñado de imágenes que nos ayuden a resolver las dudas que nos vayan surgiendo
a la hora de construir el barco. El libro de Osprey sobre piratas orientales
será, obviamente, nuestro principal material de referencia.
Voy a acompañar este artículo con una serie
de fotos explicativas del proceso, por las cuales pido disculpas anticipadas ya
que están hechas con el móvil, a la vez que montaba las piezas, y con mi
demostrada falta de habilidad, de modo que son pésimas y en algunas apenas se
ve nada. Lo lamento pero, inmerso en el proyecto de montaje, no podía detenerme
a sacer mejores fotos.
FASE 2. DEFINICIÓN y MATERIALES
Este tipo de barco, (lo podemos llamar “Junco
japonés pirata”, “Wako-bune”, o como queráis), es básicamente una embarcación
de tamaño medio con la quilla y la proa planas, propulsado de manera auxiliar por
remos y con un único palo con vela cuadrada. Su rasgo más característico es la
cubierta rodeada de una barandilla, la ‘casita’ que tiene en medio, y los
llamativos castillos de proa y popa. De hecho, este último rasgo es el que me
llevó a hacer el barco completo.
Enfrentado a la tarea de crear escenografía
japonesa para ambientar las partidas de Ronin, se me ocurrió que el castillo de
proa de este tipo de barcos no se diferenciaba mucho de una casa típica de
escenografía. Podía ponerle parapeto y escaleras, y dentro podríamos subir a
las figuras para que disparasen a cubierto. Y, ya puestos… ¿por qué no hacer
todo el barco?
Repasando lo qué me podría hacer falta, me di
cuenta de que no era nada especialmente distinto a lo necesario para construir
casitas de escenografía. A saber:
-Cartón y cartulina de varios tipos (incluido
cartón-pluma)
-Madera en tablones, vigas, palitos, etc, de
todo tipo
-Cola blanca
-Pincelito para extender la cola blanca, y
palillos
-Herramientas sencillas de corte (cúter,
cuchilla triangular y sierra en mango X-Acto, tijeras, pinzas, etc)
-Regla de metal
-Otros materiales (soga de modelismo naval,
lámina de plasticard, etc)
Para el tema de las maderitas, pensé
enseguida en las cerillas (baratas y con distintos grosores y longitudes) para
reproducir todos los ‘palitos’ que conforman la estructura del barco, desde la
barandilla del puente a los parapetos de los castillos de proa y popa. Una
visita de mi compañera de piso al “chino” de la esquina nos proporcionó todo
tipo de formas de madera, como podéis ver en la foto…
Son especialmente útiles los palillos chinos
para comer (con su sección que pasa de cuadrangular a circular) y los palitos
para ‘pinchos y brochetas’, que llevan una sección plana para agarrarlos mejor
y que nos servirán para muchas cosas.
FASE 3. CONSTRUCCIÓN DEL CASCO
Lo primero que haremos será sacar una especie
de “plantilla” de papel con la disposición general de los elementos sobre el
casco.
Llevamos esta plantilla a una plancha de
cartón-pluma de 5 mm de grosor y cortamos a la medida del “fondo” del barco.
Sacamos unas tiras del mismo material de 3 cm de alto y con la anchura del
casco, siguiendo su forma, para que actúen a modo de “costillas”. Pegamos todo
con cola blanca (cola de carpintero, ideal para este tipo de trabajos).
Sacamos otra plancha de cartón pluma con el
tamaño de la cubierta principal (que será un poco más larga que la plancha
inferior) y la pegamos sobre las costillas. La idea es conseguir una estructura
ligera pero resistente, que no se nos combe luego (nos ayudamos con algo de
peso mientras se seca la cola blanca).
La proa es una plancha de cartón grueso. En
mi caso ha sido reciclado de uno de los cartones grandes que ponen en las
colecciones de libros en los kioskos… de ahí el texto tan llamativo que iréis
viendo en las fotos (¡Alemania invade Polonia!). Utilizamos este mismo tipo de
cartón extra-duro en el espejo de popa, para garantizar la resistencia de estas
dos partes.
Para los flancos del casco utilizaremos dos
capas distintas de cartón fino, del que se encuentra en las cajas de cereales.
La primera capa la aplicamos ‘en bruto’ sobre el lateral de nuestra estructura,
y con el ‘dibujo’ (parte lisa) hacia afuera. Cuando esté bien seco, utilizamos
el cúter para hacer un corte lo más limpio posible al ras del fondo y de la
cubierta.
Hay que tener en cuenta que la forma
redondeada de la popa nos obligará a mantener presionado el cartón durante un
rato, para que se amolde a ese perfil. En el resto del casco las líneas son
bastante rectas y no tendremos problemas.
La segunda capa de cartón fino pretende
simular el material que refuerza los flancos de la embarcación, y que parece
que está “cosido” al interior. Usaremos tiras del mismo cartón, pero por el
lado sin dibujo (de textura más rugosa). Antes nos habremos hecho una plantilla
de cartón con las ‘ventanitas’ cortadas a cuchilla, para utilizarla como patrón
y que nos queden todas las marcas a la misma distancia y con la misma forma.
Las pegamos por secciones a los flancos,
respetando la curvatura del casco y siguiendo la disposición que vimos en la
ilustración del principio (parece que es el sistema típico de construcción
japonés de la época).
Con esto tendremos casi listo el casco del
barco.
FASE 4. CONSTRUCCIÓN DE LAS ESTRUCTURAS DE
CUBIERTA
Como comentaba al principio, este proyecto
surgió mientras pensaba en construir casitas japonesas para las partidas de
Ronin. Así que lo primero que realmente construí fue el castillo de proa. Para
ello sacamos unos planos a escala con las figuras (que quepan 6 bases redondas
de 25mm en la plataforma del castillo, y que la barandilla llegue hasta la
frente de una miniatura de Perry de 28mm). Usamos cartón y palitos de cerilla
cortados a medida. Para simular las planchas de madera, damos algo de detalle
con el contrafilo de la cuchilla o con un punzón romo. Vamos pegando las
secciones y levantando la estructura.
Este va a ser el “mantra” de este proyecto:
DIBUJA-MIDE-CORTA-PEGA-MONTA… y vuelta a empezar. Y así N veces, porque tenemos
muuuchas piezas que cortar y montar para reproducir con detalle toda la
estructura y la barandilla…
Para cortar las piezas usaremos una cuchilla
X-Acto bien afilada, y nos ayudaremos de la regla de metal para que el corte
sea recto.
Para pegar, verteremos una cantidad de cola
blanca en un CD desechado, y desde ahí nos iremos sirviendo pegamento con un
pincel para poder extenderlo de forma cómoda sobre cada pieza. En otros casos,
bastará con mojar la punta de un palillo y extender el pegamento con ella.
En el casco no lo hemos hecho (no son tantas
piezas, unas 25), pero a partir de ahora vamos a ir contando las piezas que
creamos, a ver cuántas nos salen al final… Sólo el castillo de proa son 62
piezas.
Utilizamos el mismo sistema para el castillo
de popa (57 piezas más). Para la casita, reproduciremos el aspecto ‘escalonado’
de las paredes con láminas superpuestas de cartón. Esto es un trabajo de
chinos, pero el aspecto conseguido se parece mucho más que si simplemente
marcásemos líneas en la cartulina. Son 230 piezas en total para la casita. El
techo de la casita lo dejamos sin pegar, para poder quitarlo y acceder al
interior de la misma con las miniaturas.
Montamos los castillos sobre cuatro pilones
cada uno, hechos con la parte inferior de palos de cocina china.
Para finalizar, añadimos las escalerillas de
los castillos fijándonos en la forma especial que tiene cada una.
Eso añade 23 piezas más, lo que hace un total
para estas tres estructuras de 372 piezas. No vamos mal, ¿verdad?
FASE 5. CONSTRUCCIÓN DE LA CUBIERTA
Esta es la fase más laboriosa, pues
pretendemos reproducir el intrincado esquema de vigas que asoman por los
flancos del barco en la entrecubierta, para dar forma a las bancadas de los
remeros y servir de apoyo a toda la barandilla. Así que nos armamos de
paciencia, cogemos la mini-sierra, y nos ponemos a cortar varillas cuadradas
como si las fueran a prohibir. Nos guiaremos por un plano hecho a lápiz, para
mantener bien las distancias entre vigas (que luego tendrán que corresponderse
con la tarima de la cubierta y con los postes de la barandilla).
Una vez cortadas (cada una a su medida, pues
hay que seguir el perfil curvo del casco del barco y tener en cuenta las vigas
que asoman por los lados) las vamos pegando con cola blanca. La mayoría
atraviesan el casco de lado a lado, pero en otras hemos colocado una viga
central de refuerzo para que la estructura sea más resistente.
Luego tenemos que rellenar con trocitos de
viga los huecos que han quedado entre ellas, para igualar el aspecto exterior.
Este sistema es DEMASIADO laborioso, y ha sido sustituido por uno más sencillo
en el segundo barco que he construido. La ventaja, que nos proporciona un base
muy firme para la siguiente cubierta, y aporta una resistencia brutal a toda la
estructura (con tanto palito pegado el casco aguanta perfectamente golpes de
wargameros torpes).
Sobre el reborde que acabamos de levantar,
pegamos toda una nueva fila de palitos, que marcarán el cerco sobre el que
colocaremos luego las planchas de la cubierta.
Para la cubierta propiamente dicha, haremos
una plantilla de cartón fino sobre la que dibujamos la disposición general de
las planchas. Es mejor tener una guía porque si no luego se nos van a ir
moviendo poquito a poquito y no cuadrará jamás el esquema. Para las planchas
hemos utilizado madera de recubrimiento de modelismo naval, de 0.5 centímetros
de ancho por 1 mm de grosor. Las venden en planchas de 1 metro que luego
podemos ir cortando fácilmente a medida con la cuchilla X-Acto (cada plancha
cuesta 0´4 euros en HobbyMap. Nos harán falta unas 8 para toda la cubierta).
Colocamos primero las ‘guías’ longitudinales, y luego vamos rellenando el
interior. Para finalizar, cortamos a medida los ‘flancos’, siguiendo la curva del
casco (este sistema también lo hemos sustituido por otro más sencillo en el
segundo barco).
Este es de nuevo un trabajo laborioso, pero
el efecto compensa el esfuerzo.
Las bancadas de los remeros tienen su propia
sección de planchas de cubierta, montadas sobre placas de cartón para igualar
la altura con el resto y definir los huecos por los que se meten los remos.
Como decíamos al principio, las medidas serán
las necesarias para asegurarnos de que caben 5 peanas de 25 mm en cada fila de
remeros…
El siguiente paso es la barandilla que rodea
casi por completo el casco. Vamos cortando vigas y pasamanos a medida, y
pegando, hasta completar toda la estructura (que no ha quedado perfectamente
alineada, pero no he encontrado una manera mejor de hacerla…)
Sobre las vigas de la entrecubierta, hemos colocado antes una especie de “parachoques” que rodea el casco, con forma redondeada
en la parte del timón. Aunque no lo parezca, se trata de una estructura
bastante resistente.
Para finalizar, añadimos dos ‘cortinones’
para proteger a los remeros, hechos con tres capas de papel pegadas unas a
otras con cola blanda, y cosidas a la barandilla con hilo de costura.
La cubierta queda completada tras añadir los
elementos de la estructura, que van unidos a las planchas por clavos para
garantizar la resistencia del conjunto. (En total han sido más de 500 piezas
para esta zona).
FASE 6. EL ANCLA
Otra característica curiosa de este barco es
la presencia, bajo el castillo de proa, de una estructura con forma de torno
para desplegar y recoger el ancla. Para replicarla, usaremos palillos redondos,
trocitos de madera y de plástico de la caja de “piezas sobrantes”, en este caso
un bolígrafo de publicidad de J&B, una base de plástico redonda de Perry
Miniatures, y alguna otra cosilla suelta. Cortamos a medida, pegamos, y
montamos. Son 19 piezas.
Para el ancla en sí usamos trozos de lámina de
plasticard, a la que daremos su forma característica con la cuchilla. Usaremos
cordel de plástico para el refuerzo del ancla. Luego le atamos un buen trozo de
soga (específica para modelismo naval, de la marca Artesanía Latina), y
montamos todo junto. Otras 8 piezas más.
FASE 7. LOS REMOS
Nuestro barco es de vela, pero se ayuda de
los remos en determinadas ocasiones. Nosotros los vamos a montar recogidos,
como en la ilustración, cerca de popa. Para ello usaremos los palitos de
aperitivos, a los que daremos forma con la cuchilla para afinar su perfil. Los
remos japoneses no suelen tener una forma tan pronunciada, son más bien
‘planos’ y simétricos en su forma, pero me parecía curiosa la de estos palillos
y los he dejado así.
FASE 8. EL TIMÓN
A popa debemos colocar el timón, que asoma
desde el agua y lleva una varilla para poder manejarlo. Usamos maderitas de
diverso tipo y cartón. Para que el conjunto aguante mejor, lo aseguraremos con
un clavo a un taco de madera con su forma que colocaremos en la parte inferior
de la popa.
FASE 9. EL VELAMEN
El wako-bune es un barco de un solo palo, y
su aparejo es una vela cuadrada formada por piezas cosidas. Pero no he
encontrado más que una ilustración que muestre más o menos cómo está formado
este aparejo. Hacemos un esquema de guía, y vamos cortando el papel a medida,
con tiras de dos milímetros que harán las veces de costuras (a falta de una
manera mejor para señalar la separación entre cada pieza). Para el mástil
usamos dos secciones de palos chinos, y para las jarcias usaremos palitos de
pincho moruno. Unimos la vela a las varillas con secciones de las tiras de
refuerzo de papel, y pegamos bien con cola blanca. Añadimos unas secciones de
cabos, atadas por tramos, para asegurar todo el conjunto (mis nudos dejan mucho
que desear, qué le vamos a hacer…). Enrollamos la vela como si de una persiana
se tratara, y la sostenemos con dos trozos de cabo.
El mástil tiene que quedar bien sujeto a la
cubierta, así que colocamos dos clavos, uno delante del otro, para asegurar que
esté todo alineado. En su parte superior añadimos una pieza como la que hemos
visto en ciertas fotos de barcos japoneses, con cuatro “puntas” (como la cima
de la torre de Saruman) en la que luego podremos enganchar los cabos que
asegurarán el mástil. Hay que añadir tb una sección de cable enrollado, del que
salga una especie de “soga del ahorcado” sobre la que ataremos el conjunto de
la vela (es la única manera “a la japonesa” que he visto para unir ambas partes.
Como mis conocimientos marineros son más bien escasos, no sé si es realmente
operativo el conjunto).
Estupendo paso a paso del montaje del barco. Muchas y buenas ideas que usar. Quedo a la espera de otros proyectos, si son tan espectaculares como éste.
ResponderEliminarMuchas gracias Makarren. Me alegro de que algo del trabajo expuesto sirva como muestra para otros proyectos. Pronto subiré fotos de una nueva sorpresa...
ResponderEliminarBuen trabajo, gracias por la buenas ideas. Saludos
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